sábado, 14 de agosto de 2021

Soltar

¿Por qué nos cuesta tanto soltar? ¿Por qué seguimos insistiendo cuando ya está todo dicho? ¿Por qué nos arrastramos? ¿Por qué nos cegamos y no queremos ver la realidad? ¿Por qué nos agarramos a falsas esperanzas? Con lo fácil que es asumir que, como cantaba El canto del loco, ya nada volverá a ser como antes. La gente cambia, las mentes evolucionan, la vida pasa y las circunstancias y prioridades personales no son las mismas. El pasado se quedó en el pasado y tenemos que escribir y vivir nuestro presente. Cerrar un libro y comenzar otro, de cero (aunque con los aprendizajes adquiridos) y  emprender un nuevo camino. 

Basta ya de sufrir y preocuparnos por cosas o personas que no merecen la pena. Eso solo nos hace daño, no nos conviene, así que saquémoslo fuera de nuestra maleta. Soltemos los sentimientos de culpa o arrepentimiento, vaciemos nuestra mente de pensamientos negativos. El pasado ya pasó y, para bien o para mal, no se puede volver atrás. De nada sirve torturarse recordando lo que fue o lo que pudo haber sido y no fue por falta de valentía o decisión. De todo se aprende, sobre todo de los errores y de las experiencias negativas. No hay que buscar culpables, lo que pasó, pasó. Debemos quedarnos con el aprendizaje, aceptarlo, ser conscientes y hacernos más fuertes para que de cara al futuro todo sea diferente, al menos por nuestra parte. Y eso es lo único que nos debe importar, lo que depende de nosotros, lo que construimos cada día porque la actitud con la que enfrentemos lo que venga será distinta, si nosotros también nos transformamos. "Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".

Tampoco podemos vivir de recuerdos pasados ni pretender que nuestro presente sea igual. Toda evolución es positiva. Por eso, necesitamos cambios, salir de nuestra zona de confort, crear nuevos retos, disfrutar de nuevas aventuras y conocer gente que nos dé un soplo de aire fresco con ideas innovadoras y nos plantee cuestiones que quizá antes no nos habíamos planteado, personas que nos abran nuevos horizontes y de las que aprender a ver la realidad desde otra perspectiva. Una oportunidad de crecer y convertirte en una persona renovada, con una vitalidad especial, con más ganas que nunca de valorar la vida y vivirla en plenitud.


Suelta el peso de tu pasado, vacía tu mochila de sentimientos negativos y llénala de positividad y buenos deseos. Verás que así viajas más liviano. Fluye y lánzate a vivir nuevas experiencias que enriquezcan tu vida.

sábado, 7 de agosto de 2021

Soledad

Desde pequeños hemos aprendido que estar solos, apartados físicamente de los demás, es algo que nos hace sentirnos mal, excluidos, tristes y decepcionados. Pero, ¿siempre que piensas en la soledad lo enfocas de este modo? La soledad entendida como el acto de estar solo podemos verlo desde dos puntos de vista: el positivo o el negativo. 

Cuando lo vemos desde el punto de vista negativo, hacemos referencia a lo que ya hemos mencionado anteriormente. Ese sentimiento que aparece cuando sentimos que no encajamos en un grupo social, que no contamos con la aprobación de nuestra familia, la sensación de que nadie nos quiere a su lado... Muchas veces en realidad no es así, pero tendemos a percibirlo como algo negativo, que va ampliando su magnitud al alimentarlo nosotros mismos con pensamientos negativos de angustia y culpabilidad.

Sin embargo, desde el punto de vista maduro y positivo, podemos ver la soledad como algo bueno, un momento de crecimiento personal. Un espacio y tiempo que dedicamos a estar con nosotros mismos, conociéndonos, disfrutando de nuestra propia compañía, realizando actividades que también nos llenen. Un momento de reflexión en el que analizar las situaciones del día a día, plasmar en un papel (a modo de diario personal) pequeños análisis de nuestras actuaciones diarias, aquellas cuestiones a las que aún no damos respuesta y los logros que hemos alcanzado. Un ratito para conectar con nuestro yo interior, fortalecer los lazos de afectividad con nosotros mismos. 

Este tipo de soledad es necesaria y debe ser buscada porque es inevitable estar solo, no podemos pretender estar todo el rato rodeados de personas, también necesitamos momentos para nosotros mismos y aprovecharlo como mejor consideremos. Si alguna vez nos sentimos solos, debemos evitar pensamientos negativos o sentimientos de culpa o ataque, saquemos partido a la nueva situación y veámoslo como una oportunidad de aprovechar el tiempo. Nosotros somos nuestro mejor amigo, nadie nos va a conocer o querer mejor de lo que lo hacemos a nosotros mismos. 


"La soledad más grande es la de aquel que aún no se conoce a sí mismo, 
la soledad del que no sabe estar en su propia compañía".