domingo, 29 de marzo de 2020

Que el encierro no te encierre

Que el encierro no te encierre, que te haga más libre. Libre porque a pesar de no poder escoger todo lo que quieras, a pesar de no poder elegir salir, puedes elegir qué hacer a cada momento, cómo planificar tu rutina y disfrutar de lo que tienes a tu alrededor. Párate, piensa, reflexiona, valora lo que tienes y agradécelo disfrutando de cada uno de esos momentos. Ya sea con tus compañeros de piso o con tu propia compañía, nunca la soledad es algo malo si lo sabes gestionar, si sabes convivir contigo mismo y ser tu mejor compañero de vida.

Ocupa tu tiempo con cosas productivas para no tener la sensación de estar perdiéndolo. Nadie dice que sea algo fácil, pero ayuda planificar tu día y llenarlo de actividades y tareas interesantes que tú mismo eliges para no dejar espacio al aburrimiento, a la sensación de pesadez, de cansancio ni que el pesimismo se apodere de ti. En estas circunstancias donde el miedo y la incertidumbre ante el hecho de no saber qué pasará se encuentran a la vuelta de la esquina, se vuelve más importante aprender a mantener la calma para dejar esos pensamientos destructivos lo más lejos posible y centrarnos en lo que de verdad importa: nuestro bienestar. 

¿Y qué es el bienestar? Es estar bien en todos los aspectos, tanto que nos produzca un sentimiento de satisfacción y tranquilidad. Estar bien físicamente, tener nuestras necesidades básicas cubiertas. Sentirnos bien con nosotros mismos, crear una autoestima sana y un autoconcepto positivo con el que sentirnos seguros. Alcanzar la plenitud mental y emocional, saber gestionar nuestras emociones, expresarlas, analizarlas, ponerles nombre. Apartar la ansiedad y el estrés, no dejar que nos alcancen, superarlos y mantenerlos a raya. Estar en paz con uno mismo, dejar los problemas a un lado y no generar nuevos, acabar con las inquietudes negativas y eliminar los sentimientos de rencor o frustración que no nos dejan avanzar. 

Busca el equilibrio, recupera costumbres de antaño, piensa en qué te hacía sentir bien antes, qué te aportaba serenidad y seguro que ahora también te ayuda. Comunícate, que el aislamiento no te aísle de los demás, que no te falte el contacto social, hoy en día las tecnologías nos abren las puertas y ventanas, únete a ellas y que sean tu mejor aliado para expresar en la distancia. Recuerda que las condiciones son las que son y no las puedes cambiar, pero tu actitud y la forma de enfocar tu vida sí dependen de ti, solamente de ti.

Dicho esto, proponte pequeñas metas diarias a las que dar respuesta y que te aporten algo, que te hagan crecer, descubrir algo nuevo en ti y superarte a ti mismo. Encuentra tu talento, quizás aún no sabes que lo tienes porque por falta de tiempo no has podido experimentarlo. Ahora es el momento, ¿a qué esperas? Tenemos tiempo, el mundo se paró para que tú lo pudieras encontrar, así que deja las excusas, siéntete libre y elige que vida quieres vivir. Si buscas un cambio, no vas a tener mejor oportunidad que ésta. Es ahora o nunca.

Sentirse libre vale más | Desmotivaciones

"Sentirse libre vale más que la propia libertad"

martes, 17 de marzo de 2020

Todo irá bien

Todo saldrá bien. Aunque a veces pienses que no, enfócate en el sí y el optimismo brillará. En los peores momentos es cuando más necesitamos esa luz de esperanza, esa calma que nos diga que todo irá bien. Porque si piensas en cosas buenas, pasarán cosas buenas o, al menos, estarás más cerca de conseguirlo, ya que el pensamiento se vuelve acción y toda acción tiene sus consecuencias tanto dentro como fuera de ti.

Aprovecho hoy, día de San Patricio, para, a través de ese duendecillo de color verde, agarrarnos a la esperanza, ya que es lo que simboliza dicho color y, ¿por qué no? también a la suerte representada en forma de trébol. La suerte que tenemos de contar con una buena salud, que nos permite día a día hacer todo lo que se encuentre a nuestro alcance para cumplir, de esta manera, cada uno de nuestros sueños o metas más deseadas. La suerte de tener un techo, una casa en la que vivir, un hogar donde refugiarnos y pasar el tiempo, perdernos entre mil anécdotas por contar e infinitas historias por escribir. La suerte de contar con nuestros seres queridos (ahora tan cerca o lejos, por las circunstancias), pero que son nuestro mayor apoyo y sabemos que pase lo que pase, siempre estarán ahí.

La esperanza de que siempre después de la tormenta, sale el arcoiris y que un día más, es un día menos para verlo salir e impregnarnos de sus colores, esos que nos darán fuerza y vitalidad para seguir caminando, aún cuando todo parezca perdido.

Y tú, ¿de qué te sientes agradecido?, ¿Cuál es la suerte de tu vida?, ¿Cuál es tu mayor esperanza? 


Dibujemos arcoiris con los que llenar ventanas y almas de alegría, esperanza y vitalidad.