viernes, 24 de septiembre de 2021

Sigue nadando

Cuando sientas que no puedes más, que te ahogas. Cuando las fuerzas te flaqueen y pienses que no puedes continuar. Cuando creas que tu mundo se rompe en mil pedazos y que nada tiene solución, sigue nadando.

Porque lo último que debes perder es la fe en ti mismo, confía en tus posibilidades. Eres más fuerte de lo que crees y siempre, aunque no lo parezca, siempre se puede más. Debemos continuar el camino que hemos empezado. Se puede cambiar de dirección, de zapatos, de compañía, pero nunca se debe cambiar la mentalidad de lucha y de superación personal. Nuestra meta está ahí, esperándonos, por eso no importa el tiempo que nos lleve, lo verdaderamente importante es no olvidar el motivo que nos hizo empezar a dar los pasos hacia nuestro objetivo y continuar el camino. Pase lo que pase, sin excusas, con firmeza y decisión.
 
Haz las paradas que consideres necesarias durante el proceso, toma aire, respira, relájate... pero no te rindas, no tires la toalla. Busca la motivación allá donde la encuentres, invierte tu tiempo en ti: mímate, cuídate, valórate, repítete todas esas cualidades que posees y todo lo que has conseguido hasta el momento, desarrolla tus aficiones... eso te ayudará, te llenará de energía para volver a cargar las pilas y reconectar contigo mismo y con tu meta. Todo está bien, no hay que dudar ni arrepentirse, tu esfuerzo y dedicación merece la pena. Todo llega para quien sabe esperar, quien tiene paciencia y no se rinde, pese a las adversidades. Quien da todo de sí mismo, quien lucha y no se deja vencer. 


"Cuando la vida te da un golpe, ¿quieres saber lo que tienes que hacer? ¡Sigue nadando!"