lunes, 4 de agosto de 2014

Piedras en el camino

Nos empeñamos en tropezar varias veces con la misma piedra. No nos damos cuenta de que si esa piedra está ahí es por algo, porque no nos conviene, porque nos impide caminar.
Miremos a nuestro alrededor... hay tanto caminos por recorrer que no merece la pena obcecarse con uno. Lo mejor es avanzar, buscar otras opciones que nos hagan fuertes, que nos nutran, que nos aporten algo... no empecinarnos en quedarnos atrás, tropezando constantemente y cayendo continuamente en los mismo errores que a ningún lado nos llevan. A nadie le gusta revivir lo negativo, si está en nuestra mano evitar hacerlo, ¿por qué no aprovecharlo? Nosotros somos los que orientamos nuestra vida, los que decidimos nuestros pasos.
 
Junta todas tus piedras, haz una montaña con ellas y verás qué limpio queda el camino. Dejando lo malo a un lado, el paisaje se ve más bonito. Apartando lo que no nos conviene podremos ver lo que sí, dejaremos un horizonte abierto a los sueños y a las nuevas oportunidades. Solo superados los problemas dejan de ser problemas y ya no nos pesan en la conciencia. Nos quitamos una carga importante que no necesitamos y de la que desprenderse no siempre es fácil, por ello, será vital y ejemplar hacerlo con firmeza.
 

Que ninguna piedra te detenga, aprende a esquivarlas. Las cosas siempre suceden por algo, hay que aprender a saltar esas piedras que ningún bien nos hacen.

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