lunes, 30 de septiembre de 2013

Una vela por ti

"Y allí quedó conmigo un corazón dormido, dejando de la latir... intenta seguir y se apaga..."

Silencio. Cuando no te quedan más lágrimas por derramar, el silencio es la mejor opción. Ahí puedes incluir todos los recuerdos que marcaron tu vida, por el tiempo vivido y que yo no supe exprimir contigo. Llega un momento en el que te haces consciente de lo rápido que pasa el tiempo, que ya se cumple un año de aquel día gris en el que descubrí una nueva estrella en el cielo. Un año distinto porque hay hechos que nos marcan y nos hacen ser distintos, comportarnos de manera diferente, cambiar la mentalidad... A mí me pasó, quise no volver a perder el tiempo y eso es lo que he hecho, aprovecharlo para continuar creciendo, seguir aprendiendo y realizarme como persona. Porque yo tengo esa oportunidad que en ti voló y la tengo que aprovechar, ya no sólo por mi, sino también por ti. 

Si buscara dos palabras para definirte esas son luchadora y valiente. La primera porque no existió camino ni laberinto lo suficientemente enmarañado como para rendirte, nunca perdiste las ganas de luchar. Esa fuerza que sacaste para continuar, esa que en los momentos difíciles parece no estar, es digna de admirar. Y la segunda porque tuviste un sueño, uno de tantos donde te entregaste por completo por hacerlo realidad... y lo lograste. Tantos años de esfuerzo tuvieron su recompensa. 

Eras el espejo en el cual me sentía reflejada, creo que por eso aun siento tu destello en algunas acciones, siento que me acompañas, que estás presente, que no te has ido... Tu vuelo me sirvió para darme cuenta de que en cualquier momento puedes dejar de sentir y que por eso es que hay que aprovechar cada oportunidad que tenemos para vivir en el pleno sentido de la palabra. Hacer lo que uno mismo decida, con lo que se sienta mejor y le llene más porque el tiempo pasa, más rápido de lo que pensamos y no se detiene, aunque a veces nos gustara pararlo.


Estrella fugaz porque viviste deprisa pero disfrutando, dejaste una estela marcada en tantos corazones y cumpliste deseos, nos enseñaste una gran lección de vida: lucha por alcanzar la felicidad.

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